45

Hoy cumplo 45 años. 

Y con eso debería quedar todo dicho, pero no, ni mucho menos, tengo mucho que decir.

Ya debería ser una persona madura y decidida, y sigo siendo un indeciso incorregible, cada día soy más cascarrabias e intransigente.

Veo la edad como una escalada, y hoy veo la vida mirando hacia abajo, empieza a dar vértigo, muchas cosas a las espaldas, un camino tortuoso y muchas vueltas para avanzar. Riscos inaccesibles, y sobre todo, que hacia arriba, comienza esa bruma que te impide ver donde estará la cima, lo mismo llegas mañana que dentro de otros 45... la incertidumbre, todavía no es angustiosa, pero... empiezas a tomar conciencia.

Necesitas revisar la dentadura, la vista, analisis de sangre, prueba de esfuerzo y... ¡LA PRÓSTATA! y ahí, es donde me he asustado, dice el médico que tengo que ir pensando en esa revisión. Y automáticamente, me he acordado del abuelo de Manolito "Gafotas".

Últimamente, no solo me he vuelto impaciente, sino que además, veo conspiraciones a mi alrededor, inexistentes, pero que las veo...

Ya no tengo ganas de perder el tiempo en quedar bien, y soportar a gente que... ¡que no soporto! 

Y lo de las conspiraciones, me vienen de todas partes, como una especie de mania persecutoria... la familia, la mujer, los hijos, los compañeros, los amigos... y me consta que no tienen nada en contra, y que siempre están ahí perdonándome todas mis manías.

Me quema la sangre el tío este del "spinnig". - ¡Venga, Rubén! entra un día, que son sesiones de 45 minutos solo, que estás en forma... para tu edad (esa coletilla que no falte).

¡"CAGÜEN LA LECHE"! y voy y entro, que a los diez minutos, ya estaba con la lengua fuera, la bici esa, que va frenada, hombre, para que quieres los frenos estos, si no anda. Y la música a toda leche, y "¡Venga, vamos!" el tío este... ¡PERO QUÉ PRISA TIENES! si esto no se mueve... y veo la palanquita esa y la muevo para delante, y los pedales se ponen más duros que subiendo el priorato de San Miguel... que a la primera pedalada casi me caigo, y los de al lado con la palanquita a tope, a ritmo de la música, pum, pum y pum.

Me he bajado de la bici, que maracaba doce minutos, y me he metido en zumba...

En zumba me lo he pasado bien, y las señoras mejor, porque cuando haces el rídiculo, por lo menos que alguien lo disfrute.

Ni mantenimiento ni na´ lo mejor será ir desintegrándose uno poco a poco, sigo con el senderismo y la montaña, y la bici de siempre, la que se mueve cuando pedaleas.

Desde los 45, en vez de quedarme embobado para las piernas de las chicas, me indigno la leche porque empiezo a ver a mi hija a las puertas de esa edad, y me cabrea que solo puedas encontrar en las tiendas esos pantalones que tienen que dejar parte del glúteo por debajo si eres chica y enseñar la "hucha" por arriba si eres chico "ging gang"-

Al final, no se si ir de moderno, depilarme todo el cuerpo, y dejarme una barba kilométrica (será para compensar), o, por el contrario, seguir con el abrigo natural de pelo, que, no olvidemos, estamos en León, y en invierno, ayuda. No se, no se qué hacer.

Y la mujer que me grita, porque habré hecho algo mal, y me consuelo diciéndome "tranquilo, Rubén, que te grita queriéndote", claro, mi hija ha matizado "Sí, queriéndote gritar". ¡Ah! ¡Vale! Pos´ entonces ná´ ni eso me queda, hasta la mujer está harta de verme todos los días.

Y trabajar de noche, toda la vida igual, y que me quita años de vida... pero como son de los últimos... ¡que reste!

En fin, como es mi cumpleaños, iré a emborracharme con esas dos cervezas que necesito últimamente para emborracharme, la tercera solo será para decir bobadas, la cuarta para ver borroso, y la quinta que me pondrá Marino sin pedirla, para ir dando traspiés para casa, y estar todo el día siguiente medio estrangulao´.

Y la foto de hace cinco años, delgadito, sin canas, sin la panza esta, yo que siempre estuve tirando a delgado. Que las canas en la barba, no me quedan tan mal, pero que interesante, interesante, le harán a Richard Gere y Pierce Brosnan, porque a mí, ya no me miran ni los gatos. Que la grasa esta de la cintura, no se nota mucho de momento, pero que me jode.

En fin, iremos contando cómo se ven las cosas desde aquí, DESDE LOS 45.